domingo, 18 de octubre de 2009

El DERECHO A REPLICA QUE NO FUE

Señores de la UADH, en uso del Derecho a réplica solicitamos sea publicado en su página de internet este texto, en respuesta a las palabras de la Ps. Natalia Quadrelli tituladas: RESPUESTA A INVITACIÓN DEL FORO EN DEFENSA DE LOS DDHH DEL COLEGIO DE PSICÓLOGOS –Fodehupsi- (Prov. Santa Fe 2ª Circ.) RESPECTO AL PANEL: ¿Atendería Ud. a un genocida?

Derecho a réplica
Al lector que visita esta página:
La Jornada a la que se hace referencia, realizada en el Colegio de Psicólogos el día 21 de noviembre de 2008, titulada: ¿Atendería Ud, a un genocida?, tuvo su origen en el mes de mayo del mismo año cuando la entonces Secretaria de DDHH de la provincia, Sra. María Bressa dio a conocer unas medidas que pretendían extender la cobertura Psicológica del Programa de Protección de Testigos y Querellantes en los juicios por crímenes de lesa humanidad que se están llevando adelante en la provincia de Santa Fe, a quienes están procesados por esos delitos y su entorno familiar. Esta medida fue recibida con gran malestar por la comunidad en general, provocando conmoción en los directamente implicados en el tema, dándose el caso de que profesionales psicólogos de ese Programa habían sido víctimas de los que se pretendía “contener”. Fue tal la conmoción y el debate que se comenzó a dar incipientemente en los medios y en las organizaciones de DDHH que la citada Secretaria fue obligada a renunciar.
Es en ese marco que en las Jornadas Regionales: Responsabilidad y riesgos de la práctica profesional del psicólogos realizadas en junio, organizada por Regional NEA -Noreste argentino -de la Federación de Psicólogos de la República Argentina: Colegios de Psicólogos de Chaco, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe., realizadas en Rosario, se presentó un trabajo desde el Fodehupsi, que volvimos a presentar en noviembre, al mismo tiempo que se instaló la inquietante pregunta en el Seminario electivo de pregrado de la Facultad de Psicología: “DDHH en la constitución subjetiva”, provocando una interesantísima producción en los estudiantes del mismo y en otros que se acercaron a posteriori.
Planteado el interés organizamos la jornada de referencia, realizada el 21 de noviembre, en la que los estudiantes pudieron compartir un espacio en igualdad de condiciones con profesionales con una trayectoria en el tema como el caso de Daniel Kersner y Norma Barbagelata.
El interés tanto del Foro como del Seminario, es poner a prueba los conceptos teóricos del psicoanálisis, o cualquier otra disciplina “psi”, en temas tan controvertidos como el de la defensa de los DDHH. No ignoramos que tal cuestión es una posición política. Para nosotros problematizar esta temática en términos de cuestionamiento constituye en sí mismo una intervención política en tanto supone una invitación al otro a plantearse esta pregunta, en tiempos, como bien dice la psicóloga Quadrelli, donde la desatención de lo político es moneda corriente, y esto quizá se deba a uno de los efectos del terrorismo de Estado en la subjetividad.
Por estas razones que invocamos y que parece ella también invocar, no entendemos cómo, sin haber accedido a la jornada ni haber leído un solo párrafo de los trabajos presentados, ni de los que existen anteriormente publicados en Internet por alguno de los participantes de la Jornada, sino únicamente por una especie de hermenéutica del título elegido: “¿Atendería a un torturador? Veinte años después”; que nace de la denominación que utilizó el médico psiquiatra del equipo de asistencia psicológica de Madres de Plaza de Mayo, Daniel Kersner, veinte años atrás cuando una vez más este debate se materializó en una publicación en el libro Efectos Psicológicos de la represión política, repetimos, únicamente por una hermenéutica de una frase la psicóloga critica duramente la jornada descontextualizando, por ignorar su contenido, el título de un panel. Como le dijimos en una correspondencia personal a ella: El “veinte años después” alude al autor, no a los genocidas.
Al respecto informamos que para los interesados en conocer aquello que ella critica, la jornada podrá ser próximamente visitada en Internet, en la página www.campopsi.com.ar , además de que se podrá contar con los trabajos que enviaremos a quienes nos lo soliciten.
Enunciados como “no necesito debatir nada para estar segura de que no atendería a un genocida…” que nos parecen respetables, al mismo tiempo nos inquietan porque ese postulado, más moral que “ético”, reduce la cuestión a una decisión individual que cada psicólogo tomaría en la soledad de su consultorio en tanto nosotros aspiramos a que este debate haga que la decisión, cuando cada uno la tome, tenga el apoyo profesional y legal que el profesional psicólogo requiere para su práctica.
Pensamos que la invitación que se hace en nombre de la UADH a militar y no debatir, deja de lado la discusión y la posibilidad de una conceptualización que siempre enriquece la práctica de esta profesión relativamente reciente, que permanentemente se encuentra con nuevas problemáticas como la que estamos haciendo referencia. Actitud a la que no fue ajeno Fernando Ulloa .
Por otro lado, también luchamos, cada uno de nosotros desde lugares diferentes, por una transformación social y contra las injusticias pasadas y las que sufrimos en la actualidad. Lo hacemos colectivamente y con humildad, en los hechos y en los debates que nos damos. Porque construimos desde hoy la sociedad que queremos, prescindimos del vanguardismo iluminista que consideramos sólo atrasa nuestro camino en lugar de ponernos avanzando de pie.
Retomando lo dicho con relación a la posibilidad de conceptualizar y enriquecer la práctica de nuestra profesión, así como la aspiración a una transformación social recordamos al maestro recientemente fallecido cuando dice: En los momentos confusamente críticos –momentos más propios de la masa que de la comunidad organizada-, el elenco suele estar integrado por personas útiles a esas circunstancias. Prevalecen entonces personalidades convocantes de emociones, con actitudes discursivas que bordean lo demagógico y autoritario. Lo cual no constituye la expresión de una identidad política, sino que ése es el modo frecuente según el cual se tiende a asumir, en un contexto numeroso y confuso, roles un tanto mesiánicos. Son discursos afines a “lo que debemos hacer”- y no tanto a “lo que nos está sucediendo”[1]
Justamente, porque los que nos está sucediendo hoy, veinte años después del artículo de Kersner, treinta y dos años después del último golpe, en fin (podemos poner las cifras que se cifren en cada caso y en cada caso será algo particular, pero socializado en el debate que nunca es gozoso porque nos enfrenta, nos expone a la discrepancia, a la diferencia nada fácil de sostener porque rompe con toda ilusión de unidad narcisística) es lo que nos ha planteado esta producción. Justamente la noche de la Jornada nos llegaron cuestionamientos por parte de una abogada de larguísima experiencia –pero ella sí escuchó las ponencias- desde una lógica opuesta a la que “intuye” quien redacta la respuesta por la que pedimos el derecho a réplica.
Lamentamos nuevamente que éste no haya podido ser un debate planteado en el seno mismo de la jornada, pero dejamos abierta tal posibilidad por este medio.
Finalizamos respondiendo la pregunta que nos hace la publicación de la UADH en respuesta a la invitación a la Jornada:
No, nosotros no atenderíamos a un genocida.

Organizadores y ponentes en la Jornada “¿Atendería Ud. a un genocida?:
Ps. Laura Capella, Ps. Stella Maris Orzuza, Estudiantes Luciana García, Andrés Matkovich Erica Ríos, Diego Romero Lisandro Sagué, Diego Stechina.

Este texto fue enviado en varias oportunidades e insistimos con llamadas telefonicas, pero no se nos publicó de acuerdo al derecho que nos asiste.
Lo hacemos por este medio.

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